Se muere tanto a veces que se olvida, que también se vive.

Miro

Miro

La yerba ser,

verde filigrana,

la veo empaparse de Amanecer

bajo aquellos acuosos adminículos

que la noche les presta,

y el día les recoge.

Veo a la naturaleza

repartir sus secretos,

vivir,

perecer.

Se muere tanto a veces que

se olvida,

que también se vive.

Compartir Texto

Descubre otros textos:

Cuentos

Tchaikowskys opfer

Por toda respuesta, el compositor colocó un billete sobre la mesa y, como Napoleón, emprendió la retirada.

Cuentos

La puerta cerrada

Margara alcanzó a divisar a lo lejos en una acera al papá de su hijo entre dos borrachos recostados uno sobre el otro.