Si el dolor fuese mujer
tú habrías sido el más grande de todos.
Mujer amarga
tú eras el propio alcohol en las venas.
No hay manera de fingir tu silencio
hace falta tu voz en las noches.
Tu voz
como un cuchillo en la garganta.
Tu voz
como una herida que no cierra.
Desde el fuego sembraste tu alma
cerraste tus ojos bajo el cuerpo enfermo del aire.
El amor como el maricón de tus vigilias
nunca te quiso.
A nadie le importaban los pulmones rotos de tanto
llorar como a ti.
(Mujer que no quiso serlo porque no se le pegó la
gana)
quédate allá
donde nadie te juzgue
aunque un día venga a verte el amor
no vuelvas
no regreses
aunque te llame el amor.
Porque el dolor te abrazó como nadie más lo hizo.